Suecia no se distingue especialmente por su gastronomía, pero hay un producto especialmente infame: el surströmming. Traducido al español como 'arenques agrios', el sabor es bastante peor de lo que uno se puede imaginar. El pescado está conservado con la cantidad mínima de sal para que no se pudra completamente y uno no se muera al comérselo. Al parecer, esta forma de fermentar el pescado empezó a hacerse hace varios siglos en el interior de Suecia, durante una época de escasez de sal. Los que prepararon la conserva sabían que no había suficiente sal, pero no tenían otra alternativa que hacerlo así o morir de hambre. Cuando probaron el resultado, varios meses después, a algunos incluso les gustó tal abominación y así estos arenques se convirtieron en un ingrediente típico de reuniones campestres en Suecia.
Sé todo esto de primera mano porque viví en Estocolmo del año 2003 al 2005, justo antes de mudarme a Japón, y cada vez que algún amigo español me visitaba, insistía en probar los famosos arenques. La primera vez que los compré, abrí la lata en mi cocina y casi me muero del olor que no se fue de mi casa durante varios días. Recuerdo una vez que fuimos a un pub después de cenar surströmming y el aliento de uno de mis amigos, que se había comido una porción bastante grande, olió toda la noche a pescado podrido. De hecho, a muchos suecos no les gusta aunque sea parte de su gastronomía típica... aunque a algunos les encanta.
En definitiva, el surströmming no es sólo la comida más rara que nunca haya comido, sino también la más asquerosa y menos recomendable. ¡Sólo para aventureros de verdad!
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